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Expectativas realistas y optimización de los resultados

Sigue siendo obvio que el estilo de vida contribuye a la salud o a la enfermedad. El exceso de trabajo, el sedentarismo, el tabaquismo, el abuso de sustancias, la mala alimentación, las relaciones poco saludables, etc., están asociados a una mala salud.

Por lo tanto, los pacientes que se responsabilizan de su salud general y de sus resultados tienen más probabilidades de superresponder a la terapia celular.

En la cara opuesta de la moneda, ignorar los aspectos básicos de la salud y el bienestar debería acallar sus expectativas. Tu resultado será mejor en la medida en que contribuyas al proceso de reparación.

Preguntas frecuentes

¿Cuándo debo empezar a hacer ejercicio?
Puede empezar a caminar y a hacer ejercicio ligero una o dos semanas después de la intervención, dependiendo de cuándo se sienta capaz.

Los pacientes deben empezar a hacer ejercicio a 25% de su nivel normal a las cuatro semanas aproximadamente. Pueden aumentarlo en 25% cada dos semanas. En otras palabras, la mayoría de los pacientes tardan algo más de dos meses en volver a jugar al golf, al tenis, a practicar yoga o a hacer ejercicio.

Tómese su tiempo antes de reanudar los deportes que causan estrés en el sistema musculoesquelético. Tu cuerpo te dirá si estás haciendo demasiado demasiado pronto o si puedes hacer más de la fórmula anterior.

El proceso de reparación lleva su tiempo. El ejercicio lo ayuda, pero volver a hacer deporte precipitadamente va en contra de ese proceso. El periodo necesario varía de una persona a otra. La paciencia sigue siendo una virtud.

¿Cuándo empezaré a notar los beneficios??
Cada paciente es único; por lo tanto, su trayectoria de mejora difiere. Teniendo esto en cuenta, la mayoría de los pacientes experimentan notables beneficios entre cuatro y seis semanas.
Como los ADRC son regenerativos y restauradores, siguen haciendo su trabajo durante meses e incluso años. Muchos pacientes afirman que su tasa de beneficio se aceleró con el tiempo.

¿Cuándo?
No hay dos pacientes que respondan igual, pero Resultados comunicados por los pacientes de AMBROSE sugieren un patrón:

  1. Los pacientes sienten una elevación emocional. Lo expresan como más energía, más felicidad, ecuanimidad, sensación de bienestar y claridad mental.
  2. El dolor empieza a remitir y la función empieza a mejorar.
  3. Se vuelven más activos.

¿Es la terapia con células madre una cura?
La curación implica no volver a experimentar ningún signo o síntoma de la enfermedad. Esta expectativa no es realista. Por el contrario, la terapia celular de Ambrose pretende mejorar los síntomas, la función y la calidad de vida.

¿Quién se beneficia más?
Los pacientes que adoptan o mantienen prácticas de sentido común en cuanto a dieta, ejercicio y estilo de vida son los que más se benefician de la terapia celular.
En particular, Ambrose puede eliminar la necesidad de dietas extremas, suplementos excesivos, ajustes quiroprácticos regulares, etc.
Desde un punto de vista diferente, las personas que no respondieron a la fisioterapia o a otros modos conservadores de terapia antes de AMBROSE a menudo lo hacen después de su tratamiento. Los estudios publicados respaldan este beneficio potencial.

¿Qué provoca un brote?
Los niveles de estrés físico o psicológico que superan lo que un individuo puede tolerar luchan con el proceso de curación.

Por ejemplo:

  • Algunos ejercicios agravan el dolor de espalda, como los abdominales, la cinta de correr y algunos estiramientos. Es diferente para cada persona.
  • Lo mismo ocurre con los hombros, las caderas, las rodillas, etc. Puede que eliminar un ejercicio concreto, reducir la frecuencia o la intensidad, o mejorar la forma física resuelva el brote.
  • La inactividad y el exceso de ejercicio provocan recaídas o falta de respuesta en primer lugar.
  • La demencia, el Parkinson, la esclerosis múltiple y otras enfermedades neurológicas reducen la tolerancia al estrés psicológico y físico. Los viajes, el trabajo, las grandes reuniones y la negatividad pueden ser demasiado para las personas que viven con estas enfermedades. Por lo tanto, los pacientes y sus cuidadores no deben esperar viajar, trabajar y socializar como lo hacían antes de la aparición de su enfermedad. A medida que los síntomas remiten, el objetivo es retomar las actividades con la familia y los amigos, los deportes y el trabajo, según les convenga.
  • A veces, los cuidadores atienden en exceso al familiar. Los llevan a múltiples profesionales sanitarios, les restringen la dieta, abusan de los suplementos nutricionales, etcétera. A pesar de las mejores intenciones, este enfoque añade estrés. En cambio, las mejores terapias son estar con la familia y los amigos y hacer actividades agradables y relajantes.

Mejorar los resultados de la terapia celular explica con más detalle el ciclo del estrés.

En resumen, escucha a tu cuerpo y gestiona tus actividades en consecuencia. A medida que el cuerpo esté más sano, podrás hacer más. En la otra cara de la moneda, si determinados ejercicios provocan dolor u otros síntomas, es esencial identificar los factores desencadenantes y modificar lo que se está haciendo.

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