AMBROSE Terapia celular para ortopedia
La artritis, el dolor de espalda y cuello, las molestias articulares y las lesiones deportivas representan la mayoría de las preocupaciones sanitarias de los estadounidenses. En un informe reciente de la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, se informó de que más de 126 millones de adultos en los Estados Unidos viven con una condición musculoesquelética como:
- Artritis
- Dolores de espalda y cuello
- Dolor articular
- Lesión ortopédica
En AMBROSE, las células madre adultas derivadas del tejido adiposo (grasa) se ponen a trabajar para acelerar la curación. La terapia celular para el dolor ortopédico se centra tanto en la disfunción local de la articulación en el lugar de la lesión, como sistémicamente para abordar cualquier respuesta inflamatoria-inmune potencialmente subyacente que pueda estar perpetuando o empeorando la afección.
Espiral de degeneración de huesos, articulaciones y músculos
El dolor musculoesquelético puede ser producto de una lesión aguda, un desgaste gradual o ambos. La degeneración ortopédica suele comenzar con un desencadenante, como un traumatismo, un desgaste que se vuelve perjudicial, elecciones de estilo de vida, factores hereditarios o cualquier combinación de ellos. A este desencadenante le sigue una respuesta inflamatoria. Este tipo de inflamación (aguda) es esencial para la reparación del organismo y suele ser de corta duración, desapareciendo una vez que se ha producido el proceso de curación.
La inflamación se vuelve problemática cuando persiste, se vuelve crónica y afecta a todo el organismo, convirtiéndose en sistémica. La inflamación sistémica crónica de bajo nivel debida a diversas causas puede desempeñar un papel contribuyente o principal en el desarrollo del dolor y la disfunción del sistema musculoesquelético.[1] Además, la inflamación sistémica es un factor común en las enfermedades del envejecimiento, incluidas las relacionadas con los huesos y las articulaciones.[2] Las investigaciones sobre las enfermedades relacionadas con el dolor de cuello y espalda, así como la ciática, han demostrado que la inflamación también interviene en el proceso de las enfermedades degenerativas de la columna vertebral.[3] [4]
La inflamación crónica inicia un proceso perjudicial reclutando primero al sistema inmunitario, cuyo trabajo habitual es luchar contra las infecciones y otros procesos patológicos para ayudar a la curación. Cuando las células del sistema inmunitario (células inmunitarias) perciben la inflamación, envían tropas de "citoquinas" (moléculas bioactivas) antiinflamatorias para combatirlas. Cuando este proceso se descontrola, se denomina respuesta inflamatoria-inmunitaria.
La respuesta inflamatoria-inmunitaria equivale a tener un conductor en el asiento de atrás que reacciona de forma exagerada de forma crónica mientras te "ayuda" a conducir el coche, lo que provoca una reducción del flujo sanguíneo (isquemia). Sin un flujo suficiente de oxígeno y sangre rica en nutrientes para mantener sanos los huesos y las articulaciones, las células mueren, los discos pueden abombarse o herniarse, la columna vertebral puede estrecharse y empezar a presionar los nervios, y los músculos, tendones y ligamentos se debilitarán. Las cicatrices y los espolones óseos sustituyen al tejido sano.
A medida que envejecemos, los denominadores comunes de las enfermedades degenerativas crónicas, a las que nos referimos como la espiral de la degeneración, pueden arraigar en todo el sistema musculoesquelético, provocando dolor debilitante, disfunción y disminución de la calidad de vida.
Proceso de reparación de juntas
Mientras que las células madre y regenerativas derivadas del tejido adiposo (ADRCs) tienen la capacidad de regenerar tejido sano, hay un gran número de beneficios terapéuticos adicionales de los que estas células son capaces por medio de lo que ellas do y no sólo lo que convertirse.
A través de un mecanismo de comunicación célula a célula conocido como efecto paracrino, las ADRC reclutan "reparadores" en el lugar del dolor o la lesión -células madre residentes- para que se pongan manos a la obra y hagan su parte. Como un equipo ampliado, trabajan para disminuir la inflamación y las respuestas inmunitarias hiperactivas, aumentar la circulación con el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, prevenir una mayor muerte celular, disminuir el tamaño de la cicatriz y regenerar tejido sano, tal y como valida un estudio reciente con imágenes de resonancia magnética, que demuestra el potencial de regeneración del cartílago.[5] [6]
Llamamos a esto el Proceso de Reparación, ya que implica los múltiples mecanismos de acción necesarios para reparar el tejido, reducir la inflamación sistémica y local y devolver el equilibrio a la respuesta inmunitaria inflamatoria, mejorando así la salud y la función general de las articulaciones.
Unidad Funcional Conjunta
Una articulación se define como la unión de dos o más huesos con fines de movimiento o estabilización. La función normal de una articulación se define como su capacidad para moverse en toda su amplitud de movimiento, soportar peso y realizar trabajo. Esto incluye la capacidad de flexión, extensión o rotación. La capacidad de soportar peso o de resistir la presión que se opone a la acción de la articulación son otros aspectos de la función articular.
Como ejemplo adicional, todas las estructuras de la cadera son como radios de una rueda para estabilizar la pelvis al fémur (hueso de la cadera), de ahí la contribución a las funciones de la articulación de la cadera. Por eso la llamamos "unidad funcional", ya que todos estos componentes, tanto fisiológica como funcionalmente, estabilizan, mueven y sostienen la articulación de la cadera.
Cuando una articulación se deteriora, somete a tensión todo lo que la rodea. El estrés provoca inflamación, que a su vez provoca degeneración y artritis en otros compartimentos. Las cirugías de articulaciones se realizan para reparar el principal culpable estructural, como un desgarro parcial o total de cartílago o tendón. En el caso de una articulación "hueso sobre hueso", se sustituye parcial o totalmente por un implante artificial. Aunque apropiadas en algunos casos, estas soluciones pueden ser limitadas, ya que una articulación puede tener muchos malos actores que contribuyan al dolor. Por ese motivo, AMBROSE adopta un enfoque global tratando cualquier anomalía que genere dolor en todos los compartimentos de cada articulación sintomática, tal y como se localiza en el punto de atención mediante ecografía.
Nuestro enfoque ortopédico
La terapia celular AMBROSE para problemas ortopédicos trata la unidad funcional de la articulación, incluidos todos los músculos, tendones, ligamentos y demás componentes que contribuyen a la estabilidad, la movilidad y el funcionamiento general sin dolor.
Aunque el principal culpable de una articulación puede ser un tendón, cartílago o músculo desgarrado, nuestros especialistas en ortopedia inyectan todas las anomalías que generan dolor en la unidad funcional. Esto se facilita mediante el uso de imágenes de ultrasonido de diagnóstico en el punto de atención para ver todas las anomalías que contribuyen. Las inyecciones guiadas por ultrasonidos permiten a nuestro equipo médico administrar con precisión las inyecciones de terapia celular para tratar cada componente individualmente y proporcionar información visual en tiempo real para garantizar que lo hemos hecho.
Además, mientras que en un pasado no muy lejano la propia artritis se consideraba una enfermedad de "desgaste", y se creía que la causa de los síntomas asociados a ella era estrictamente estructural, ahora se sabe que la inflamación relacionada con la edad y la disfunción del sistema inmunitario son los culpables que contribuyen a los síntomas de las enfermedades articulares degenerativas.
Terapia celular AMBROSE para el dolor y las disfunciones ortopédicas
Los científicos que investigan la terapia con células madre adultas para las enfermedades articulares degenerativas reconocen ahora ampliamente que las ADRC tienen el potencial de reducir la inflamación, reequilibrar el sistema inmunitario e iniciar un proceso de reparación en la artritis, el dolor de espalda y cuello o la pérdida de función debida a una lesión ortopédica.[7] [8] [9]
La terapia celular AMBROSE representa una opción mínimamente invasiva para pacientes con afecciones ortopédicas degenerativas. Por favor Contacto para obtener más información sobre el tratamiento, la candidatura y cómo convertirse en paciente.
[1] J Gallo La inflamación y su resolución y el sistema musculoesquelético J Orthop Translat. 2017 Julio; 10: 52-67
[2] C. Franceschi and J. Campisi Chronic Inflammation (Inflammaging) and Its Potential Contribution to Age-Associated Diseases J Gerontol A Biol Sci Med Sci 2014 June;69(S1): S4-S9
[3] M. Shamji et al Perfil de expresión de citoquinas proinflamatorias en tejidos de discos intervertebrales humanos degenerados y herniados. Artritis reumatoide. 2010 julio; 62(7): 1974-1982
[4] J Gallo La inflamación y su resolución y el sistema musculoesquelético J Orthop Translat. 2017 Julio; 10: 52-67
[5] A Bowles et al Immunomodulatory Effects of Adipose Stromal Vascular Fraction Cells Promote Alternative Activation Macrophages to Repair Tissue Damage. Stem Cells, 2017 Ago 12
[6] D Hudetz et al El efecto de la inyección intraarticular de tejido adiposo autólogo microfragmentado en la síntesis de proteoglicanos en pacientes con osteoartritis de rodilla Genes 2017, 8, 270
[7]JK Fraser PhD y S. Kesten MD Células regenerativas autólogas derivadas de tejido adiposo: Una plataforma para aplicaciones terapéuticas Advanced Wound Healing Surgical Technology International XXIX
[8] A Nguyen, A et al Fracción vascular estromal: ¿Una realidad regenerativa? Parte 1: Conceptos actuales y revisión de la literatura Journal of Plastic, Reconstructive & Aesthetic Surgery (2016) 69, 170e179
[9] Guo et al Fracción vascular estromal: ¿Una realidad regenerativa? Parte 2: Conceptos actuales y revisión de la literatura Journal of Plastic, Reconstructive & Aesthetic Surgery (2016) 69, 180e188.