Seleccionar página

Terapia celular AMBROSE para enfermedades autoinmunes

Desde los años setenta, el uso de células madre para tratar enfermedades autoinmunes (EA) ha sido un área de intensa investigación. Hoy en día, el uso de las células madre de los propios pacientes ofrece nuevas posibilidades de tratamiento fuera del ámbito de la investigación. La terapia celular AMBROSE aporta a los pacientes un enfoque terapéutico seguro que va más allá de los fármacos inmunosupresores, medicamentos que pueden tener efectos potencialmente devastadores a largo plazo.

Existen al menos 100 enfermedades autoinmunes, algunas de las más prevalentes son:

  • Diabetes
  • Artritis reumatoide (AR)
  • Esclerosis múltiple (EM)
  • Lupus (LES)
  • Psoriasis y artritis psoriásica
  • Crohn y otras enfermedades inflamatorias intestinales

La compleja naturaleza del sistema inmunitario incluye una amplia variedad de respuestas y desencadenantes que a veces se vuelven contra el propio organismo, dando lugar a trastornos autoinmunitarios. En la actualidad, se calcula que 50 millones de estadounidenses padecen enfermedades que implican una respuesta inmunitaria inflamatoria, y las mujeres se ven afectadas de forma desproporcionada.[1]

Respuesta inflamatoria-inmunitaria

La inflamación puede desencadenarse por un traumatismo, una infección, toxinas ambientales, elecciones de estilo de vida (por ejemplo, fumar), factores hereditarios o una combinación de esos malos actores. Las células del sistema inmunitario están ahí para proteger el organismo, luchar contra las infecciones y otros procesos patológicos y contribuir a la curación. Cuando detectan al enemigo, envían tropas defensivas de moléculas proinflamatorias. Este tipo de inflamación inmediata es esencial para reparar el organismo y combatir las infecciones. Suele ser local y de corta duración, desapareciendo una vez que se ha producido el proceso de curación.

La inflamación sólo es problemática cuando persiste, haciéndose crónica, y afecta a todo el organismo, haciéndose sistémica. La inflamación crónica y sistémica es el sello distintivo de las enfermedades autoinmunes.[2] En la IA, la respuesta inmunitaria está secuestrada. El proceso inmunitario normal, ordenado y limitado, se descontrola, convirtiéndose en una respuesta inflamatoria-inmunitaria perjudicial. Esto inicia un círculo vicioso que promueve la inflamación crónica y sistémica.

La respuesta inflamatoria-inmunitaria equivale a tener un conductor en el asiento de atrás que reacciona de forma exagerada de forma crónica mientras te "ayuda" a conducir. Se reduce el flujo sanguíneo. Sin una buena circulación, las células mueren y se forman cicatrices; con el tiempo, los tejidos y luego los órganos degeneran. Las enfermedades AI pueden destruir articulaciones, intestinos, tejido conjuntivo, órganos internos, nervios y células cerebrales. Es lo que llamamos la espiral de la degeneración.

Las enfermedades autoinmunes implican una respuesta inflamatoria-inmunitaria sistémica crónica que perpetúa la espiral. Esto puede progresar hasta afectar a los pulmones, el corazón, los riñones, el cerebro y el hígado, e incluso predisponer al cáncer. Muchos pacientes padecen dos o más enfermedades autoinmunes simultáneamente.

Spiral of Degeneration | AMBROSE Cell Therapy for Autoimmune Diseases

Reparación con células madre

La propia grasa (tejido adiposo) es un rico almacén de células madre y regenerativas. En los primeros tiempos de la investigación, se pensaba que las células madre sólo tenían la función de regenerar tejidos sanos y nervios. Pero ahora se sabe que las células madre y regenerativas derivadas del tejido adiposo (CMDA) favorecen la reparación tisular de muchas maneras.

Mediante un mecanismo de comunicación entre células, los ADRC movilizan a las células cercanas para que trabajen de forma más eficiente. Las ADRC forman un equipo ampliado reclutando "reparadores" adicionales en el lugar de la enfermedad o lesión, estimulando a las células madre locales para que vuelvan al trabajo y hagan su parte para reducir la inflamación y calmar las respuestas inmunitarias hiperactivas. Una vez que la conducción en segundo plano disminuye, las células madre y regenerativas continúan su trabajo aumentando la circulación con el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, previniendo una mayor muerte celular y disminuyendo el tamaño de la cicatriz. Finalmente, las células madre se convierten en los bloques de construcción para la regeneración de tejido sano y nervios.[3][4][5]

Estas acciones describen el modo en que el cuerpo se cura de forma natural; a veces sólo necesita refuerzos. Llamamos a esto el Proceso de Reparación, ya que implica los múltiples mecanismos de acción que son necesarios para devolver el equilibrio a la inflamación sistémica y al sistema inmunitario.[6]

Además de modular la respuesta inmunitaria inflamatoria en la IA, el proceso de curación puede extenderse para incluir acciones de reparación en órganos afectados por enfermedades autoinmunes. Pueden formarse nuevos vasos sanguíneos y generarse nuevas neuronas en el cerebro como resultado de las múltiples actividades que realizan los ADRC. Puede haber regeneración de la vaina de mielina que aísla los nervios, del tejido conjuntivo que sostiene los músculos y los huesos, y del cartílago de las articulaciones.[7]

 

Terapia celular AMBROSE para enfermedades autoinmunes

Las células madre y regenerativas derivadas del tejido adiposo (CMDA) pueden ayudar a los pacientes con enfermedades autoinmunes a mejorar los síntomas, la función y la calidad de vida. Las ADRC son una población diversa de células con múltiples acciones curativas y reparadoras. Los científicos que investigan la terapia con células madre adultas para enfermedades autoinmunes reconocen ahora ampliamente que las ADRC reducen la inflamación y reequilibran el sistema inmunitario al iniciar el proceso de reparación.[8] Estas células son como un equipo de reparación biológica personalizado. Esperan en silencio una señal de problemas -inflamación- y migran a los lugares dañados para hacer su trabajo.[9]

La terapia celular AMBROSE representa una opción mínimamente invasiva para pacientes con enfermedades autoinmunes. Póngase en contacto con nosotros para obtener más información sobre el tratamiento, la candidatura y cómo convertirse en paciente.

[1] Ortona E, Pierdominici M, Maselli A, Veroni C, Aloisi F, Shoenfeld Y. Sex-based differences in autoimmune diseases. Ann Ist Super Sanita. 2016 Apr-Jun;52(2):205-12.

[2] Pohl D, Benseler S. Trastornos inflamatorios sistémicos y autoinmunes. Handb Clin Neurol. 2013;112:1243-52.

[3] Zuk PA, Zhu M, Mizuno H, Huang J, Futrell JW, Katz AJ, Benhaim P, Lorenz HP, Hedrick MH. Multilineage cells from human adipose tissue: implications for cell-based therapies. Tissue Eng. 2001;7(2):211-28.

[4] Zuk PA, Zhu M, Ashjian P, De Ugarte DA, Huang JI, Mizuno H, Alfonso ZC, Fraser JK, Benhaim P, Hedrick MH. El tejido adiposo humano es una fuente de células madre multipotentes. Mol Biol Cell. 2002;13(12):4279-95.

[5] Nakagami H, Maeda K, Morishita R, Iguchi S, Nishikawa T, Takami Y, Kikuchi Y, Saito Y, Tamai K, Ogihara T, Kaneda Y. Novel autologous cell therapy in ischemic limb disease through growth factor secretion by cultured adipose tissue-derived stromal cells. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 2005;25(12):2542-7.

[6] Qi K, Li N, Zhang Z, Melino G. Regeneración tisular: The crosstalk between mesenchymal stem cells and immune response. Cell Immunol. 2018 Apr;326:86-93.

[7] Gimble JM, Katz AJ, Bunnell BA. Adipose-Derived Stem Cells for Regenerative Medicine (Células madre de origen adiposo para la medicina regenerativa). Circ Res. 11 de mayo de 2007; 100(9): 1249-1260.

[8] Volarevic V, Gazdic M, Simovic Markovic B, Jovicic N, Djonov V, Arsenijevic N. Factores derivados de células madre mesenquimales: Immuno-modulatory effects and therapeutic potential. Biofactors. 2017 Sep 10;43(5):633-644.

[9] Eggenhofer E, Luk F, Dahlke MH, Hoogduijn MJ. La vida y el destino de las células madre mesenquimales. Front Immunol. Mayo de 2014, volumen 5, artículo 148:1-6.

Terapia celular AMBROSE

Su derecho a probar